viernes, 2 de marzo de 2012

LAS CAMPANAS PREHISPÁNICAS


Las campanas eran un instrumento conocido entre los aztecas, mayas, incas y otros pueblos que florecieron antes de la llegada de los españoles al Nuevo Mundo. Sin embargo, es claro que permanecieron muy modestas en su magnitud y en su forma. El uso de los metales fue muy restringido en las culturas precolombinas, y aunque hubiera estado presente, las campanas no podían compararse por ejemplo con los grandes monolitos aztecas. De hecho, los ejemplares que se conservan eran de materiales perecederos, y las campanas no eran significativas para el desarrollo cultural de los pueblos mesoamericanos.

A la llegada de los españoles, las sonajas en oro, cobre o bronce de todos tipos de formas y tamaños tenían la misma función que las campanas antiguas de las culturas occidental y oriental. Prácticamente no ha llegado a nuestros días ningún vestigio de campanas con badajo, aunque sí se conservan muchas figurillas que portan campanillas como parte de su ajuar. Por ejemplo, tenemos a la diosa Cihuacoatl, asociada con las mujeres muertas en el parto. Una de las representaciones que se conservan, de la cultura veracruzana de Remojadas, Fase II, la muestra como diosa-serpiente, con sendas campanas bajo los brazos, como símbolo de la fertilidad de la tierra. Esta figura pertenece a la misma región tiempo de las famosas caritas sonrientes. Se han conservado algunas piezas de niños que pertenecen a este grupo, en los cuales una figura infantil de gesto contorsionado, portando campanas en los brazos, era ofrecido en sacrificio a Xochipilli, diosa de la danza. Las campanas no se han conservado, puesto que estaban hechas con frutas que se desintegraron.
Sin embargo, las sonajas fueron mucho más numerosas. Estas piezas tuvieron mucha importancia ritual. Por ejemplo, se ha conservado un cuchillo ceremonial inca del siglo XII, de valor sagrado por el sonido que tenían las partículas sueltas en el momento de ser utilizado. En el México actual, se han recuperado cascabeles y sonajas de algunos cenotes sagrados, como el de Chichén Itzá en la zona maya, que corresponden al mismo servicio. Según los especialistas, el simbolismo de estos objetos hace pensar necesariamente en ritos funerarios, de fertilidad, plegarias para la lluvia, etcétera.

Por supuesto, a la llegada de los españoles el uso de sonajas y cascabeles entre los indios fue cambiando gradualmente. Hoy en día, las campanas de badajo son un instrumento común en las iglesias cristianas, aunque los cascabeles sigan usándose en la actualidad entre los ejecutantes de bailes autóctonos.

Fuente visitada.
temakel.com

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